
PETAS: Eran los más baratos, a veces la pólvora era insuficiente y hacían el mismo efecto que una bengala. Otras parecían no estallar y al acercarte daban el reventón. Con ellos he visto estallar lagartijas y racimos de uva de las parras.
RATILLAS: Hacían un molinete antes de estallar, y eran peligrosísimos, por lo impredecible.
FURREAOS: Dejaban sólo una mancha negra en el suelo que tu madre debía sacar con lejía.
CHUPINOS: Más caros, gran pepinazo, he visto volar en pedazos clicks y hasta ewoks de Mattel.
CHINOS: Era una tirilla de sucesivos de mucho ruido y pocas nueces.
La verdad es que yo era un cagón que sólo encendía empalmes de mucha mecha larga, y recuerdo más el miedo que me daban que otra cosa, pero cómo me gustaba ir detrás del dueño del mechero...
No hay comentarios:
Publicar un comentario