martes, 25 de mayo de 2010

PERDIDOS: UN FINAL ORTOPÉDICO


No pretendo ofrecer el contrapunto cabreado a lo dicho por José Miguel, porque no estoy cabreado. Perdidos ha tenido un final emocionante, de altísima intensidad interpretativa por parte de los actores, y con una calidad de realización digna del acontecimiento. Y sin embargo...

Con ocho basta.

Sin embargo, el final que hemos visto no es para nada el verdadero final de la serie, sino claramente uno de los alternativos (recordemos que se han rodado tres finales) que, quizá por elección de los productores, o quizá porque algún otro se había filtrado no sé de qué forma, ha sido el escogido para terminar esta epopeya televisiva. Yo imagino Perdidos como un camino que al final se bifurca en tres posibles salidas: una en medio, la que continúa en línea recta; y dos a los lados, las alternativas válidas aunque no del todo ortodoxas. Creo que se ha optado por una de estas últimas, y no por la principal. Es más, la tan esperada revelación solamente afecta a la "realidad alternativa" de la última temporada, en absoluto a la serie en conjunto. ¿Los motivos para elegir ésta?

Lost al estilo Simpson.

Pueden ser muchas cosas. A la posible filtración que mencionaba antes podría unirse el deseo de que la serie pierda parte de su carácter enrevesado y tramposo ante sus detractores, haciendo ver que todo era mucho más sencillo y más místico que una mera sucesión de respuestas propias de la ciencia-ficción y la fantasía clásicas. Que la realidad paralela de la última temporada resulte ser una especie de preámbulo a la "otra vida" de las religiones mayoritarias puede ser una conclusión válida si tenemos en cuenta el contenido pseudo-religioso de Perdidos, aunque chirría en todos los demás aspectos, como una última pieza del puzzle a la que le arrancasen un par de aristas para obligarla a encajar. Si se han ido reuniendo todos en este mundo creado por ellos precisamente para eso, para reunirse, ¿cómo explicamos que Jack tenga un hijo? ¿Ha palmado también? ¿Y por qué hay otro montón de personajes, conocidos o no, cruzándose con ellos? ¿Es el atrezzo de la divinidad, que les hace creerse vivos? ¿Tiene sentido que a Sun le peguen un tiro unos mafiosos en este mundo supuestamente creado para trascender esta vida de forma tiernay pacífica, en compañía de los seres queridos? ¿Tiene sentido que algunos personajes que no se podían ni ver durante la mayor parte de la serie elijan reunirse al final de su existencia para compartir el paso a la eternidad? ¿De verdad que nadie ha conocido a nadie antes o después de las peripecias en la isla que merezca compartir ese momento sublime? ¿Qué tal los padres de los personajes, o sus hijos, o la esposa muerta de Sayid, o los padres infortunados de Sawyer?

En Padre de familia.

No se si se entiende a qué viene todo esto. Personalmente, creo que hay un gravísimo desajuste entre lo que el guión nos iba contando desde hacía tiempo y lo que finalmente hemos visto. La coherencia no se mantiene del todo, si tenemos en cuenta, por ejemplo, el hecho de que la explosión nuclear de la 5ª temporada estaba destinada a alterar el futuro, y una vez hemos visto esa realidad paralela que encaja perfectamente con lo esperado, resulta que no, que es blanco y en botella pero no es leche. Es como si, después de ver ganar a la selección el mundial, todos se quitan una máscara y nos dicen que no, que aunque no viene al caso, son la selección de Brasil que ha jugado de tapadillo. Y ya está, eso es lo que hay.


El motivo más importante que ha podido pesar en la elección de este final ha debido ser la cobardía: cobardía ante la hipotética incomprensión del público mayoritario frente un final de ciencia-ficción o fantasía; cobardía ante la resolución de una cadena de misterios a la que no pusieron freno cuando debieron; y cobardía ante unos seguidores que esperaban un mapa completo de la serie en el que no podía faltar ni un dato, y al que era mejor renunciar en favor de algo más "globalizante", en vista de que no podían atarse ni la mitad de los cabos. Se suponía que la emoción iba a compensar por todas las demás carencias.

Este muerto está muy vivo.

Porque no hemos atado prácticamente ni un solo cabo, salvo alguna que otra cosilla de la primera temporada como los osos polares y los números (todo ello parte de las investigaciones de Dharma, único gran misterio resuelto, y por cierto sin excesivas sorpresas). No sabemos de dónde vienen los poderes de Jacob, ni por qué su hermano se convierte de pronto en el humo negro al caer al agua, ni por qué este humo negro parece tener un poder redentor en algún punto de la serie, ni por qué se ha evitado decir el nombre de este hermano de Jacob, ni qué "normas" regían el pulso de poder nunca explicado entre Ben y Charles Widmore, ni para qué servía aquel templo del inicio de la sexta temporada, ni qué era ese "virus" o "veneno" que -como en el caso de Sayid- te acababa convirtiendo en un acólito del humo negro tras haber resucitado, ni por qué la isla estaba llena de ruinas antiguas sobre las que a nadie se le ocurrió preguntar. La isla...

Se que es ilegible, pero molan las caricaturas (¿revista Mad?).

La isla es el principal misterio, el meollo de toda la trama. Al final resulta que en ella hay una luz muy bonita que hay que proteger, que si quitas un tapón se va esa agua y la isla es destruida (¿y qué pasa si se destruye la isla? ¿A quién le importa, aparte de a los monos y las culebras?). ¿Y eso es todo? ¿Una luz muy bonita que hay que proteger? ¿Y qué es esa luz? ¿Y para qué sirve? ¿Y para qué la quieren utilizar aquellos que la han codiciado? ¿Querían embotellarla y venderla cara en balnearios de lujo? Hay un gravísimo problema con la tenue explicación new age aportada para la isla en este final: que han dado demasiadas pinceladas sobre ella, demasiados detalles (que las embarazadas mueren en un momento concreto de la gestación, que tiene propiedades electromagnéticas, que cambia de sitio, que viaja en el tiempo, que hay que seguir unas coordenadas muy precisas para llegar a ella, porque si no es como si fuese invisible), como para satisfacernos con la luz y el tapón. Si el guionista pretende conducirnos a un final consistente en una tibieza mística sobre luces que hay en nuestro interior, no puede dar tantos detalles técnicos y dejarlos flotando en el aire para siempre como si tal cosa. Es como comprar cincuenta camiones de ladrillos, mil sacos de cemento, y contratar a doscientos albañiles para que al final te cambien el enlosado del patio de atrás.

Ahí, ahí, sigue pulsando la tecla, que va para largo...

Hay otro final, señores, y no se si es uno de los que se pueden ver en Youtube, o si saldrá en el dvd de la temporada (yo apuesto porque está en algún sitio, o redactado en un cajón o incluso filmado) y no es el que vimos en la tele. Dudo que alguna vez salga a la luz, porque, de ser mejor que el que hemos visto, cosa nada difícil, conduciría al cadalso a los guionistas y/o productores que han tomado la última gran decisión -hasta hoy- de la historia de la televisión. Un día de estos me pasaré por aquí y trataré de jugar a profeta de lo que nunca fue. Jugaré a ser Jacob.

Otro al que no le encajan las piezas.

PERDIDOS Y ENCONTRADOS EN EL TEMPLO

Pues se acabó LOST y el final me ha emocionado mucho, la muerte heroica de Jack, el reencuentro entre Charlie y Claire, el perdón de Locke a Ben, la redención de Sayid, etc. Pero, como ya advirtió aquí El Conde NO IBAN A EXPLICAR NADA SOBRE LOS MISTERIOS DE LA ISLA, ha sido una explicación a la realidad paralela, que no era tal, sino un purgatorio previo al Cielo al que van a ir los personajes una vez son conscientes de que en otra vida dieron todo por los demás. Y es que eso es el cielo, el reencuentro con los seres queridos. Unos prefieren creer que todo ha sido un sueño, otros que éste no era el final pensado desde un principio, pero era el final más hermoso. Porque el tema principal de la serie no era qué era la isla, quién es el humo negro o por qué la estatua tiene cuatro dedos. La serie iba sobre la FE. Tener fe en que hacer lo correcto es el camino, y que la felicidad que se da a los demás nos viene luego devuelta. El nudo era una excusa para crear historias en torno a ese concepto. Si os fijáis, estaban perdidos en sus vidas, eran infelices, y han encontrado lo que buscaban. Si tuviera que quedarme con una temporada me quedaría con la tercera, que tenía bases secretas, lucha con un gran villano (Ben), exploración y final épico con la muerte de Charlie. La serie podía haber terminado al final de la segunda temporada, al final de la tercera, cuarta y quinta, y TODOS habrían sido grandes finales. Perdidos es un clásico YA, y Carlton Cuse, Damon Lindelof y Jack Bender han creado la segunda obra maestra de la ficción televisiva (La primera es Dr. en Alaska)

sábado, 15 de mayo de 2010

PERDIDOS: MISTERIO CANCELADO

-¡Eso es to... to... to... todo, amigos!

ADVERTENCIA:
todo el texto que viene a continuación puede ser un spoiler,
aunque no daré detalles precisos innecesariamente.

Viendo cómo va la sexta y última temporada de Lost/Perdidos, me asalta la certeza cada vez más palpable de que mis peores presentimientos respecto a su argumento van a terminar cumpliéndose. O lo que es peor, es posible que ya se hayan cumplido. ¿A qué me refiero? Pues a que casi desde aquel episodio piloto que vimos asombrados hace ya muchos años, han corrido ríos de tinta en Internet y hemos gastado litros de saliva en discurrir sobre qué rayos es la isla, la dichosa isla en la que pasan cosas raras y que, episodio tras episodio (y a falta de tres para el final absoluto de la serie) sigue siendo tan misteriosa y permanece tan inexplicada como el primer día, o más. Y creo que ya no hay misterios que revelar, porque nunca lo hubo. Me explico.

Misterio resuelto: el tatuaje de Jack era Camarón.

Casi todos hemos ido haciendo cábalas, revisando foros en la web, comentando con amigos a los que se les ha encendido una bombilla, y la isla ha pasado de ser un lugar con monstruos en plan La isla misteriosa de Julio Verne al purgatorio donde los pasajeros de Oceanic pendientes de pagar alguna culpa -de ahí los flashbacks- pueden ganarse el cielo o el infierno; a ser una anomalía electromagnética explicable científicamente, tal vez el "umbilicus mundi" a través del cual la Iniciativa Dharma intentaba controlar las corrientes energéticas del planeta; y en los últimos meses al más allá de la religión del Antiguo Egipto, donde unos cainitas Seth y Osiris tratan de fastidiarse mutuamente mientras unen adeptos a sus causas. Pero después de ver el episodio titulado "Across the Sea" me he dado cuenta de que ninguna de esas teorías es la verdadera, porque era yo -y seguramente la mayoría de vosotros- quien se equivocó de juego desde el principio.

¡Queremos respuestas!

Todos hemos intentado encontrar un referente en la cultura popular que explique qué es la isla y qué sucede en ella, acudiendo tanto a mitos religiosos como a leyendas urbanas o literatura fantástica y de ciencia-ficción de toda clase, sin caer en la cuenta de que Perdidos crea su propia mitología. Mientras esperábamos a que alguien, por ejemplo Ben o Jacob dijese "Amigo Jack, esta Isla contiene la fuente de la eterna juventud" o "Amigo Locke, todos estáis muertos y esto es un Gran Hermano de ultratumba", los guionistas simplemente se dedicaban a diseñar un tablero propio, como en un juego de rol de los que montan los aficionados con un par de mesas plegables, unas montañitas de papel de embalar y unas cuantas ruinas de gomaespuma para desplegar por allí sus elfos y tirar el dado. La isla de Perdidos tiene un enorme poder electromagnético, viaja en el tiempo y en el espacio, las mujeres que se quedan embarazadas en ella mueren, cada uno ve allí los fantasmas de sus seres allegados... y ya está.

Las autoridades sanitarias advierten: fumar perjudica gravemente la salud.

Este es el misterio: que nunca hubo un misterio. La isla es así porque los guionistas lo han decidido. Mientras buscábamos los tres pies al gato tratando de desentrañar qué lugar mitológico era la isla, ésta siempre ha sido un simple parque de atracciones del misterio desplegado con la única intención de que a los personajes, únicos elementos argumentales realmente sólidos e importantes para los guionistas, vivieran una aventura tras otra. Por eso pienso que, salvo que en el último episodio de la serie me dejen boquiabierto con una revelación morrocotuda en la que nunca reparé, cosa que dudo muy mucho, me temo que el cupo de misterios por resolver de Perdidos ya se ha cerrado.

-Lo sabía... ¡¡¡¡LO SABÍAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

Ya sabemos qué es Dharma, por qué había osos polares, por qué se estrelló el avión, qué intenciones tenía el humo negro, qué pasó con la hija de la francesa, quiénes eran los otros, qué eran los números que debían introducir en el ordenador antes de pulsar el botón, etc.

El misterio de los números:
-Con un seis y un cuatro... tu retrato.

No contemos para nada con desvelar otra clase de detalles, como por qué los personajes han ido cruzándose una y otra vez a lo largo y ancho del planeta y en situaciones imposibles, porque eso lo han solucionado con ese "Deus ex machina" viviente que es Jacob.

¿Podría alguien todopoderoso crear una piedra que ni él pueda levantar?
Entonces no sería todopoderoso...

Tampoco contemos con saber qué poderes tenía el niño Walt, que ahora mide dos metros y no puede salir más en pantalla sin sonrojarnos. Y lo de la estatua de cuatro dedos... en fin, yo creo que entramos en el campo de "eso es lo que tú quieras que sea, majete, sé feliz". ¿Qué nos queda? ¿Saber cómo se llama el hermano de Jacob, el humo negro, que permanece sin nombre? ¿Y qué más da cómo se llame? ¿Realmente hay algún nombre que nos vaya a sacar de dudas respecto a algún misterio de la serie? ¿Pasa algo si se llama Caín, o Seth, o Anubis, o Pablito, el que clavó un clavito? Da igual.

Otro misterio: lo que creyó ver Locke en la cabaña de Jacob.

Y que conste que no me estoy quejando, ni siquiera me siento verdaderamente engañado, porque entiendo que el error siempre ha sido mío al querer pasarme de listo. Perdidos me ha hecho vivir aventuras magníficamente bien contadas, con un ritmo trepidante, con personajes riquísimos y llenos de realismo, con giros argumentales casi siempre geniales, con finales que ponían los vellos de punta. Los guionistas, eso sí, han jugado sucio.

Guionistas de Perdidos en plena faena.

Hace tiempo explicaron que todos los misterios de la isla eran del mismo tipo que podía encontrarse en una novela de Michael Crichton (thrillers científicos, vamos), y ya está claro que es mentira, porque el trasfondo es fantástico. Eso demuestra que nunca han sabido cómo iba a terminar la serie en lo que a respuestas a misterios se refiere. En todo caso, sabían cual era el destino de los personajes, y eso siendo nosotros muy optimistas. Lo demás ha sido pura improvisación, atando cabos en el último momento para explicarnos quiénes eran los esqueletos de la cueva bautizados como Adán y Eva, de dónde salió la Roca Negra, o por qué Richard Alpert es inmortal.


Por eso pienso que, ahora que quedan unas tres horas de Perdidos por ver, solamente nos queda saber qué pasa con ese personaje que nos ha caído tan bien o tan mal estos años, si se salva o no del destino trágico que parece aguardarle, si a su otro yo de la realidad paralela le aguarda un final feliz que su alter ego cubierto de barro y agua salada nunca verá. Si al final cierran bien el asunto de los personajes, podremos darnos con un canto en los dientes, porque ya es más que evidente que no queda nada más que decir. Misterio resuelto, señoras y señores, o mejor dicho, misterio cancelado.

domingo, 9 de mayo de 2010

BREVE CRÍTICA DE IRON MAN 2


Según mi hermana, en esta película Tony Stark es un subnormal. Y es que no hay nada heroico en ella, sólo gracietas de diálogo rápido y un cambio del alcoholismo al que se sobreponía Tony, por una enfermedad de contaminación radioactiva. Y bien mirado, Iron Man es lo de menos, ya que parece que cualquiera (Rodhey) que se ponga una armadura ya sabe tripularla y usar todo. La peli es Tony y su mundo de lujo y Gwyneth Paltrow y Scarlett Johannson mirándolo mientras parlotea. Porque sí, cuando la viuda negra pelea ES ella, pero está ahí sólo por contentar a los fans, como Máquina de Guerra, Nick Furia, el escudo del capi (o una prueba de ello) y ese martillo de Thor tras los créditos finales. Teniendo en cuenta la intervención de Robert Downey al final de Hulk de Leterrier, Iron Man 2 es cronológicamente anterior al film con Edward Norton. La lucha final con el malo se resuelve muy rápido, y el compañerismo con War Machine parece el del Batman de Adam West. Una entretenida peli de superhéroes, que es un capítulo más, un número más de la cole, no una novela gráfica, prestigio, o algo con entidad propia.

jueves, 6 de mayo de 2010

MACGYVER YA SE HABRÁ JUBILADO



No sólo aparecía en un capítulo de Los Simpson secuestrado por Patty y Selma, que ya estaban hartas de Stargate, sino que se ha comercializado sobre él este logo de camiseta y atención ¡un clip! Gracias a él se han popularizado mucho materias como "Bricomanía fácil con explosivos", "Mecánica del autómovil basada en bridas y chicle", "100 formas creativas de dejar tumbado a un esbirro sin que salte la alarma del campamento enemigo". MacGyver es uno de los culpables de que el 90% de los niños de una generación hayan acabado como ingenieros/informáticos/frikis. Debido a su excesiva fama, MacGyver se vio obligado a ocultarse bajo una identidad falsa (trabajando en un proyecto secreto del gobierno llamado Stargate). Pero todos sabemos que en verdad es él. Es MacGyver, pero en el espacio. Ahora trabaja de mantenimiento, pero hay que decir que no es tan bueno como antes.

miércoles, 5 de mayo de 2010

LOS MEJORES COMICS DEL MUNDO 6: ANIMAL-MAN DE GRANT MORRISON



Cuando a Morrison le dieron poco menos que carta blanca para continuar con las aventuras de Animal Man, el guionista decidió erigir la cabecera en todo un experimento de exploración del medio, al tiempo que aprovechó para escribir un panfleto a favor del ecologismo y de los derechos de los animales. Su intención la dejó clarísima en el número #5 de la colección, un The Coyote Gospel convertido en mito instantáneo del Noveno Arte, nominado a los Eisner de 1989 en la categoría de mejor número único, y que no hacía sino preludiar la grandísima etapa que creó el escocés hasta el número #26. Estamos a mediados de 1990, Morrison deja al personaje y la serie debería haber acabado justo aquí. Por el camino Animal Man descubrió que era un personaje de tebeo, sí, como en "Niebla" de Unamuno, y conoció a su creador, con un bellísimo final acerca de recuperar la fantasía de la infancia. Si esta obra hubiera estado mejor dibujada (salvando las chulísimas portadas de Briand Bolland) hubiera superado a Watchmen y a Sandman. ¡Toma ya! ¿sorprendidos? Pues leedla, a mí me pasó un amigo los 25 números en un tomo que él mismo había mandado encuadernar, y luego pude pillarlos yo baratísimos en retapados de zinco de esos de cartoncillo. Y es una obra a releer varias veces. Por eso cuando Morrison iba a hacer los New X-Men, volví a engancharme a la cole tras varios años de no querer saber nada de los mutantes de Marvel.