domingo, 20 de junio de 2010

REN Y STIMPY


Siguiendo la estela más alocada de los dibujos de Tex Avery y los Terrytoons, de los que ya hablamos aquí en anteriores entradas, Ren y Stimpy guardan un grado enfermizo de gamberrismo e histrionismo sólo visto actualmente en Bob Esponja. Los protagonistas son Ren, un perro Chihuahua neurótico, y Stimpy, un gato bobalicón , que tienen aventuras carentes de cualquier sentido que recuerdan en ocasiones, a la era dorada de las caricaturas, con el peligro de lo escatológico de nuestro humor moderno. A pesar de pertenecer a la cadena de televisión infantil Nickelodeon, mantuvieron una reputación de subversivos. En efecto, la serie expandió los límites del buen gusto en sus días con un humor por demás grotesco. A pesar de que hoy día ese grado de mal gusto es infinitamente superado por Padre de Familia y sus Spin-off, y no digamos de South Park, de la que he prometido no escribir jamás, el aspecto infantil de Ren y Stimpy confundía a padres y nerds, y sólo aguantaron dos sublimes temporadas. La serie incluye una banda musical, predominando la música clásica dentro de cualquier escena; inclúso la melodía llegó a ser TAN impactante y TAN agobiante que muchas veces influyó bastante en la "trama" dándole un toque psicológico (como en "Locura Espacial"). Nickelodeon finalmente despidió a Kricfalusi de su propia creación y fue censurando los dibujos. Más tarde varios episodios fueron declarados inapropiados para su difusión y no han sido emitidos por Nickelodeon desde entonces. Posteriormente el canal MTV llego a transmitirla en el bloque nocturno. Mi episodio favorito es aquel en el que Stimpy busca un pedo que se ha tirado- Tufito, un gas verde con boca y ojos- y éste vuelve casado con una raspa da sardina, exigiendo que le trate como a un adulto que se ha emancipado. O el de que Stimpy compra un disco con una canción llamada mola-mola-guay-guay, que escucha hasta la saciedad quebrando los nervios y la cordura de Ren.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se si es exactamente el mismo capítulo, pero creo que aquí en Venezuela al pedo (peo como decimos acá) lo llamaban "Olorín"