jueves, 15 de abril de 2010

El último gran cartelista: DREW STRUZAN

Drew Struzan.
Puede verse su firma en cualquiera de sus carteles, bien grande.

Es posible que el nombre de Drew Struzan (1947-) no nos diga mucho, y por eso me ha parecido conveniente empezar esta entrada del blog con un par de cartelillos de películas (de esas minoritarias y de cine-club cultureta) de las que él ha hecho, para abrir boca y saber de quién es este hombre.

Esta peli va de un nota cazatesoros con sombrero.

Esta otra va de un chaval que viaja en el tiempo y casi se lia con su madre.

Su estilo es fácilmente reconocible: uno o dos de los personajes centrales de la película en tamaño muy grande, rodeados en segundo término por otros personajes a tamaño más pequeño, y el resto del cartel repleto de escenas potentes de la peli, hilado todo por algún motivo que sirva de "marco" al conjunto, y todo ello con detalles hiperrealistas y realzado con potentes claroscuros, varios puntos de luz, etc. Drew Struzan es el último gran cartelista, representante en las altas esferas de Hollywood de aquellos que en otros tiempos pintaban a mano los enormes paneles que decoraban las carteleras de los cines de estreno. Este póster, diseñado para la película de terror de John Carpenter La cosa (1982) fue su primer éxito en el gremio:

Sencillo y efectivo.

Los trabajos de Drew Struzan irradian un clasicismo que difícilmente puede alcanzarse con los sofisticados efectos infográficos que se emplean hoy en día en el diseño de la mayoría de carteles de cine. ¿Y cual es el secreto? Lo suyo es pintarlo a mano, en su estudio, con pinceles y aerógrafos. Con pintura de verdad, claro. Sus cuadros -porque concibe el diseño de un póster como si de un cuadro se tratase- se venden a muy altos precios, y en determinados círculos, el nombre de Struzan ya se cuenta entre los grandes de las artes gráficas de nuestro tiempo.

Bocetos para Blade Runner.

Uno no puede evitar sentirse sobrecogido ante la visión de uno de sus carteles a gran tamaño, y es que es un maestro a la hora de hacer que la mirada del espectador se dirija exactamente hacia donde él quiere. Su estudio de los elementos en el póster es perfecto, logrando un equilibrio y una simetría exactos. Comenzó creando carteles para películas de serie B, y es que, de hecho, es capaz de hacer que incluso películas que resultan ser un bodrio, por sus carteles parezcan grandes obras maestras de la cinematografía:

Así dan hasta ganas de verla.

No es Tony Scott. No es Michael Bay. Es Santiago Segura.

Últimamente, y dado que el cine comercial tiende a utilizar el ordenador más que antes en la imagen promocional de sus películas, Struzan ha encontrado nuevas vías de expresión -y laborales, claro- en el diseño de portadas de discos, o en el de portadas de ediciones limitadas de dvd, de cara al coleccionismo. Mientras tanto, otros se dedican a plagiar su estilo hasta la saciedad desde hace varias décadas. Aquí sus pósteres para Blade Runner y Cadena Perpetua:

200 veces mejor que el original.

Puro cine negro.

E incluso ha tenido la mala suerte, en alguna ocasión, de que sus carteles no se utilizasen finalmente en la película para las que habían sido encargados: Aquí el descartado para Malditos Bastardos:

Todavía más pulp que la película, que ya es decir.

Finalmente, no quiero cerrar el artículo sin mencionar mi póster favorito de Struzan: el de la Edición Especial de La guerra de las galaxias, una gozada épica descomunal, brillante y elegante se mire por donde se mire y capaz, si cabe en una película tan famosa, de elevarla por sí mismo en la cultura popular todavía más.

Sublime.

Decir, como anécdota, que el protagonista de la película La niebla (dirigida por Frank Darabont, director a su vez de Cadena Perpetua), es un alter-ego de Drew Struzan, ya que en su estudio vemos tanto el cartel de La cosa como este otro creado a propósito por Struzan e inspirado en La Torre Oscura, serie de novelas de Stephen King (autor, a su vez, tanto de Cadena Perpetua como de La Niebla).

No hay comentarios: