miércoles, 24 de febrero de 2010

LOS MEJORES CÓMICS DEL MUNDO 2: Hoy, BORN AGAIN


En 1985, tres años después de abandonar la colección de Daredevil, Frank Miller retomó al personaje para crear una de sus obras más reconocidas: Born Again, una historia rompedora e inolvidable que abarcaría siete números (del 227 al 233 USA) que figuran con letras de oro en la historia del cómic Narran la batalla final de Daredevil contra Kingpin, atravesando el personaje un vía crucis personal. Somos testigos de cómo su exnovia (en el papel de Judas Iscariote) lo entrega a su enemigo y de cómo su mejor amigo Ben Urich (San Pedro) lo niega.

Kingpin, por otro lado, representa al sistema, aquella maquinaria en la que coexistimos todos los seres humanos, tan grande que nos resulta imposible percatarnos de su presencia totalizadora. Es por eso que su venganza no es física: la destrucción, para Kingpin, equivale a la anulación social, al extirpamiento del enemigo de todo entorno. Después de todo, el hombre existe únicamente en cuanto a su interacción con el resto. Y es justamente este extirpamiento el que termina por derribar a Daredevil, ante los ojos de los demás, y ante los suyos propios. Glori O'Breen y "Foggy" Nelson plasman, por su parte, la cruda indiferencia, el olvido. Después de todo, son ellos el último bastión de Murdock, y quienes terminan por desentenderse de su desgracia. Más aún, la relación sentimental entre ambos, que inicia justamente en "Born Again", es también un intento por explicar la naturaleza enajenante del amor. Glori y "Foggy" caen en el limbo del enamoramiento, y al ver sus vidas realizadas, dejan de lado cualquier otra cuestión que en otro momento bien hubiera podido turbarles el sueño. El hilo conductor de "Daredevil: Born Again" es, a todas luces, la expiación, o vale decir, la santificación mediante el sufrimiento, y la posterior resurrección fortalecido y curtido por la experiencia. Después de estos números, deberían haber cerrado la colección. Es el final, estaba claro. Le dieron a Frank Miller una condición condenada a la cancelación, y luego el guionista hizo lo que le apetecía, sin restricciones. Y el resultado es una obra TAN BUENA, que si se hiciera una peli fiel y buena sobre ella, dejaría al Caballero Oscuro en mantillas. Yo me quedo con algunas viñetas geniales de David Mazzucheli, las de Ben Urich quitándose la escayola y pronunciando: Matt Murdock, y las de Matt en cada primera página de cada número. Deberíais leerlo incluso los que no leéis cómic. No os arrepentiréis.

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