Estaba y sigue estando, cómo no, en la sublime colección El barco de vapor, que sigue siendo -a mi juicio- referente obligado en la lectura de los niños de esta generación y las dos o tres previas. Era de la serie roja, y eso que yo todavía no tenía la edad (andaba en la serie naranja, creo) para comprenderlo del todo. Así fue. Leí el libro, una historia ambientada en un pueblecito al que llegaba una nave extraterrestre cuyos ocupantes suplantaban al pobre viejo maestro. Es precisamente haciendo memoria cuando me doy cuenta de lo que aquellas páginas transmitían: el respeto y el reconocimiento a los maestros como puntales insustituibles de nuestra sociedad, y la educación de los pequeños como una labor humana y tierna que hay que proteger a toda costa. Supongo que, a un nivel inconsciente, aquel libro fue un primer acercamiento a mi género literario favorito, el de la ciencia-ficción.
jueves, 17 de marzo de 2011
Mi primer libro: EL MAESTRO Y EL ROBOT
Estaba y sigue estando, cómo no, en la sublime colección El barco de vapor, que sigue siendo -a mi juicio- referente obligado en la lectura de los niños de esta generación y las dos o tres previas. Era de la serie roja, y eso que yo todavía no tenía la edad (andaba en la serie naranja, creo) para comprenderlo del todo. Así fue. Leí el libro, una historia ambientada en un pueblecito al que llegaba una nave extraterrestre cuyos ocupantes suplantaban al pobre viejo maestro. Es precisamente haciendo memoria cuando me doy cuenta de lo que aquellas páginas transmitían: el respeto y el reconocimiento a los maestros como puntales insustituibles de nuestra sociedad, y la educación de los pequeños como una labor humana y tierna que hay que proteger a toda costa. Supongo que, a un nivel inconsciente, aquel libro fue un primer acercamiento a mi género literario favorito, el de la ciencia-ficción.
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